Fases y etapas del Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa en la que se da deterioro cognitivo y trastornos conductuales asociados a la misma.

A medida que mueren células nerviosas y se atrofian distintas zonas del cerebro, se va manifestando una pérdida de memoria casi inmediata y la perdida de otras capacidades mentales, inclusive ciertas capacidades cognitivas superiores.

El Alzheimer es la forma más común de demencia, es una enfermedad terminal e incurable que aparece principalmente en personas mayores de 65 años. En algunos casos extremos comienza a desarrollarse a partir de los 40 años de edad, pero no es lo más común.

La media de duración varía notablemente entre unos casos y otros, pero se estima que el enfermo tiene un promedio de vida de unos 10 o 12 años tras el diagnóstico de la enfermedad.

Suele variar en proporción directa con la gravedad y severidad de la enfermedad y su propio avance. Por ello, a veces es complejo definir las distintas fases o etapas de la enfermedad, sobre todo el inicio.

Los primeros síntomas de la enfermedad a veces se confunden con actitudes o comportamientos asociados a la vejez y al estrés, por ello a veces es complejo discernir cuando comienza la enfermedad o la primera fase de la misma. El síntoma inicial más destacable es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos.

Fases y etapas del Alzheimer

¿Por qué es importante conocer las fases del Alzheimer?

A priori, es importante saber porqué nos interesa conocer las distintas fases o etapas del Alzheimer. A nivel clínico esta información tiene un gran valor, ya que ayuda al médico a tomar distintas decisiones con respecto a los tratamientos o terapias a seguir por el paciente.

Podemos destacar tres frases del Alzheimer: fase ligera, fase moderada o fase severa. Conocer en que marco de la enfermedad se encuentra el paciente ayudará al médico a poder seleccionar los medicamentos adecuados.

Definir las fases del Alzheimer también es útil para hacer una evaluación de la pérdida de la autonomía del paciente. En la fase ligera del Alzheimer el paciente no puede beneficiarse todavía de ayudas o de la propia Ley de la Dependencia.

Además, en distintas etapas se pueden aplicar al paciente ciertos tratamientos de movilidad o activación y en otras ya no tendría mucho efecto o afectaría a la evolución de la enfermedad neurodegenerativa.

Por estos motivos, y por el propio estudio del Alzheimer, conocer y poder definir los distintos síntomas que se dan en las fases o etapas de la enfermedad es de suma importancia.

Fases o etapas del Alzheimer

Hay distintas teorías y estudios acerca de las fases o etapas del Alzheimer. La forma más común de clasificación destaca tres fases o etapas del Alzheimer: la fase ligera, la fase moderada y la fase severa.

Hay quien añade a esta clasificación una fase del Alzheimer preclínica que antecede a las tres anteriores.

En la fase preclínica del Alzheimer, se comienza a mostrar un deterioro sutil de las capacidades cognitivas del paciente.

El neurólogo todavía no ha diagnosticado el trastorno neurodegenerativo puesto que no existe como tal. Pueden pasar años y años hasta que comience a manifestarse el trastorno, por ello muchos teóricos no tienen en cuenta esta fase, ya que gran parte de la sintomatología que se muestra es común a personas de avanzada edad, con o sin un diagnóstico de Alzheimer posterior.

Simplemente puede ser debida a los distintos deterioros relacionados con la edad.

Etapa 1. Fase leve del Alzheimer

En la primera fase del Alzheimer o etapa ligera comienzan a manifestarse pequeñas pérdidas de memoria. El enfermo olvida cosas triviales y del día a día, como citas médicas, llamadas telefónicas, nombres de personas cercanas o donde ha dejado objetos que usa en su día a día.

Además, tiene problemas para llevar al día sus cuentas, cálculos matemáticos o pagar las facturas.

En esta fase, comienzan a observarse cambios bruscos de humor. El paciente monta en colera cuando se da cuenta de sus pérdidas de memoria y su pérdida de control en la cotidianeidad. Comienza a aislarse y pasar más tiempo a solas, hay una fuerte pérdida de sociabilidad.

Respecto al lenguaje, el paciente en esta fase sigue comunicándose bien, pero comienza a encontrar problemas para recordar palabras o usarlas en el contexto adecuado. También en algunos casos comienzan a confundirse ideas.

Respecto a las actividades de la vida diaria, el enfermo todavía no está incapacitado para realizar ninguna acción necesaria en su día a día, como puede ser ducharse, comer, vestirse o incluso conducir.

En esta fase puede ser conveniente llevar a los pacientes a centros de día donde se les proporcione atención diaria, así como activación cognitiva. En nuestro centro de día contamos con atención a pacientes con Alzheimer o demencia en sus primeras fases.

Etapa 2. Fase moderada de Alzheimer.

En la segunda fase del Alzheimer, también conocida como la etapa o fase moderada comienza a observarse una alteración progresiva de la memoria.

El enfermo comienza a olvidar sucesos recientes, llegando incluso a olvidar lo que acaba de comer y olvidando visitas recientes de personas de su entorno. El recuerdo de eventos lejanos persiste, pero no es capaz de asimilar ni recordar cosas que hayan sucedido recientemente. Independientemente de que sean eventos importantes o hechos más triviales.

Comienzan a darse reacciones agresivas desproporcionadas con respecto al motivo que las origina. Se muestran muy irritados, agresivos y alterados con facilidad, dirigiendo este tipo de actitudes hacia las personas de las que son dependientes. Comienzan a surgir miedos irracionales y fatiga excesiva.

Los gestos y la coordinación motora comienzan a ser imprecisas. Le cuesta realizar acciones sencillas como abrocharse un botón o sostener los cubiertos. Se mueve de forma lenta e insegura necesitando ayuda en el día a día para realizar cosas tan simples como ir al baño o cocinar. Además, pueden comenzar a observarse temblores, contracturas o convulsiones.

En su vida diaria comienza a encontrarse cada vez más impedidos no pudiendo realizar sus tareas diarias con soltura. Cosas como preparar la comida, vestirse o lavarse en muchos casos son imposibles para el enfermo.

Por no hablar de conducir o realizar desplazamientos largos de forma autónoma. Comienza a darse la pérdida de autonomía y el enfermo necesita estar vigilado y atendido las 24 horas del día.

Etapa 3. Fase severa del Alzheimer.

En esta fase la memoria se ve gravemente deteriorada. El enfermo no puede recordar los hechos recientes ni los pasados. No reconoce a sus seres queridos, ni siquiera a los más cercanos como pueden ser su cónyuge o sus hijos. Curiosamente, si que conservan la memoria emocional.

Pueden percibir si la persona que les cuida los quiere y les da cariño. Este hecho debe estar siempre presente en los cuidadores de los pacientes que sufren Alzheimer, a pesar de no recordar si pueden percibir las emociones.

Su humor y su estado emocional es muy imprevisible. Grita, llora y se agita con facilidad. No reacciona de forma coherente ante situaciones normales ni comprende las explicaciones.

Respecto al lenguaje, la degradación es más que considerable. Balbucea, repite palabras sin lógica, no comprende aquello que se le dice ni puede comunicarse ni construir frases con lógica.

Su coordinación motora se ve gravemente deteriorada. No controla los esfínteres, sufre incontinencia, le cuesta tragar y comer muchos alimentos. Pueden sufrir serios problemas respiratorios y motores.

Sus actividades relativas a la vida diaria han desaparecido totalmente. Precisa de supervisión y cuidados especiales las 24 horas del día y se ve impedido para llevar a cabo cualquier acción por si misma por simple que sea.

Comer, lavarse, las tomas de la medicación o incluso, el control de horas, cuando debe dormir o cuando no; se da la perdida completa de control en si mismo.

Duración de las fases del Alzheimer

La duración de las fases o etapas del Alzheimer es muy variable dependiendo del paciente, del resto de enfermedades asociadas que ya tenga o que puedan surgir por el propio estado del paciente.

Como ya hemos dicho anteriormente, la enfermedad puede llegar a alargarse entre 10 o 12 años dependiendo del estado del enfermo y de múltiples factores asociados a la misma. Los tiempos con respecto al Alzheimer son muy variables y ha de estudiarse de forma individual cada caso.

Últimas fases del Alzheimer

La muerte en los enfermos de Alzheimer sobreviene normalmente por otras patologías que pueden surgir asociadas a la propia enfermedad. Bien sea por una enfermedad asociada como puede ser el cáncer, un accidente cardiaco o vascular cerebral; o en muchos caso por las propias dolencias que surgen ante la necesidad de permanecer encamado.

Muchos enfermos de Alzheimer permanecen encamados en las últimas fases de la enfermedad debido a la perdida de movilidad; esto produce llagas, escaras, y lo más graves infecciones urinarias y respiratorias que en muchos casos son el motivo de la muerte del paciente.

Ante las distintas fases del Alzheimer, los cuidadores o familiares del paciente solo pueden adaptarse y tratar de proporcionar al enfermo los mejores cuidados y atención posible. Las fases o etapas de la enfermedad, como ya hemos dicho anteriormente son muy variables y se deducen por observación.

El personal sanitario irá adaptando los cuidados, tratamientos y medicaciones conforme vayan surgiendo o apareciendo los síntomas en el paciente.

Cuidados a personas con Alzheimer

Es importante no olvidar, que a pesar de que se observe que la memoria llega a quedar totalmente impedida, los enfermos de Alzheimer no pierden su memoria emocional ni las capacidades emocionales relativas a la misma.

Por ello, proporcionar cuidados y cariño al paciente es de suma importancia, y desde luego, ayuda a suavizar su estado dentro de la gravedad de la enfermedad.

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